9 A comienzos de los años 2000, una conocida de Angélica le comentó, en un encuentro casual, que su perrita había tenido cachorros y le ofreció regalarle uno. En ese momento la familia no tenía mascota, así que Angélica aceptó la invitación y decidió conocer a las crías.Al verlos, quedó inmediatamente cautivada. Entre todos, había uno que destacaba por su carita blanca y un solo ojo negro. Ese detalle encantador la conquistó al instante y lo eligió sin dudar, diciendo: “Me quedo con éste… y se va a llamar Pirata”.Con el tiempo, Pirata se transformó en el mimado del hogar. Era un perro vivaz, curioso e increíblemente inteligente. Como la familia contaba con auto y moto, Pirata adoptó una costumbre muy particular: viajar de pie en el espejo del coche o apoyarse en el manubrio de la moto. Lo hacía con seguridad y naturalidad, despertando la atención y simpatía de todos. En Chaves se volvió “famoso”, y en otros lugares la gente lo miraba con asombro y hasta lo aplaudía en los semáforos.El vínculo entre Pirata y su familia fue tan profundo que inspiró a Ulises Lasa a componer un tema musical en su honor, titulado “A mi perro Pirata”. La canción nació como un homenaje cargado de afecto y recuerdos.Hoy, Pirata ya no está físicamente, pero su espíritu perdura en la memoria de quienes lo quisieron y, especialmente, en la canción que lo mantiene vivo. El video y el homenaje pueden verse en Chaves Digital y también en YouTube.