28 (Adolfo R. Gorosito. Contacto: argorosito@eternet.cc) – Conversé con un prestigioso médico veterinario de De la Garma, con quien nos conocemos desde hace muchos años. La breve conversación me permitió, una vez más, abrir ese libro digno y aprovechable que es la experiencia profesional. Hablamos de sus ocupaciones como asesor de establecimientos agropecuarios, y de la situación rural en general. “Mi local comercial en De la Garma – explicó el amigo – era hasta hace algunos años un lugar propicio para la grata reunión con chacareros, y mates por medio comentábamos sobre el quehacer del campo. Muchos de ellos eran clásicos chacareros de un tiempo que ya fue. Actualmente esta región de acción chacarera predominante está en manos de inversionistas y productores a gran escala en ganadería y agricultura. Los chacareros de entonces han vendido o arriendan sus propiedades, y la situación cambió totalmente, porque los nuevos dueños o locatarios no necesitan del movimiento comercial o de servicios que nuestro pueblo les puede brindar. Los adelantos tecnológicos también aportan razones; la comercialización y el traslado de animales o de granos lo hacen en gran escala, aprovechando las enormes ventajas la Informática. De acuerdo a datos que se desprenden de nuestros registros y estadísticas, estimo que en el campo vive una persona por cada mil hectáreas”. Concluyo con esta reflexión personal: Los primeros trabajos de mi autoría (desde 1994) que forman la saga dedicada a las actividades agropecuarias he reflejado el resultado de diálogos con la gente del campo de nuestra región, coincidentes en cuanto a los cambios que provoca el transcurso del tiempo, acordes con los adelantos mecánicos y tecnológicos. Por todo eso quedó repicando en mi mente el índice de su estadística: “… en el campo actual y en nuestra región… vive una persona cada mil hectáreas”.
