29 (Adolfo R. Gorosito, abril 2020) – El 18 de junio del 2019 leí un artículo que publicó Diario Perfil. Compartamos el texto: “Las Islas Malvinas figuraban como Falkland en la web de la Secretaría de Cultura. Lo denunció Daniel Filmus y exigió que se baje inmediatamente. En la misma página web oficial se mostraba un mapa en el que Islas Malvinas figuraban como Falkland Islands. Este hecho atenta contra los reclamos históricos de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas, expresados en la Constitución Nacional. Desde la Secretaría de Cultura admitieron el error. No es la primera vez que se cometen errores de este tipo. A fines del 2016 el Ministerio de Desarrollo Social difundió un mapa sin las Islas Malvinas y al año siguiente el Ministerio de Modernización, que conducía en ese entonces Andrés Ibarra, publicó mapas en los que incluyó las islas pero con la denominación británica, según advirtieron los investigadores mendocinos Manuel Cuervo y Francisco Martí. La Constitución y el sentir de los argentinos consideran imprescriptible el reclamo de soberanía sobre las islas por las vías legales que correspondan”. Será muy difícil, obviamente. Gran Bretaña ha convertido nuestras Islas Malvinas en super-fortaleza, con su infraestructura y elementos de defensa y ataque que la tecnología hace posible. La riqueza ictícola, el potencial petrolífero desde el fondo del mar y la situación estratégica y dominante sobre mares y territorios sureños explican la intencionada tozudez de los usurpadores. La realidad geológica demuestra, de manera irrefutable, que las Islas Malvinas son prolongación geológica de nuestro suelo patrio.
