52 En el marco del Día Mundial del Cáncer de Próstata, que se conmemora el 11 de junio, la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC, enfatiza la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz de esta enfermedad que ocupa el tercer puesto en mortalidad en los hombres El cáncer de próstata es uno de los tumores malignos más comunes entre los hombres en nuestro país, ocupando el tercer lugar en mortalidad luego del cáncer de pulmón y el cáncer colorrectal en varones. Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad, OSPEDYC se une a la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) en su llamado a la comunidad para tomar conciencia sobre la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y las posibilidades que actualmente existen para su tratamiento. “La detección temprana es fundamental para curar el cáncer de próstata. A través de un control urológico regular, que incluya el examen de antígeno prostático específico (PSA) y la ecografía prostática, podemos detectar la enfermedad en estadios iniciales, donde es altamente curable“, explica la Dra. Valeria El Haj. La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino que se encuentra debajo de la vejiga y rodea la uretra. Su función principal es producir parte del líquido seminal, que nutre y protege a los espermatozoides durante la eyaculación. El cáncer de próstata es un tipo de tumor maligno que se origina en las células de esta glándula, siendo el cáncer más común entre los hombres en Argentina ocupando el tercer lugar en términos de mortalidad, después del cáncer de pulmón y el cáncer colorrectal en el género masculino. Factores de riesgo Aunque las causas exactas del cáncer de próstata aún no se conocen con exactitud, se han identificado varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta enfermedad: Edad: es el factor de riesgo más significativo. El cáncer de próstata es poco común en hombres menores de 50 años, pero las probabilidades de padecerlo aumentan considerablemente con la edad. Antecedentes familiares: existe un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata si un padre o hermano ha tenido la enfermedad. Se estima que alrededor del 10% de los casos de cáncer de próstata pueden ser atribuidos a una predisposición genética o hereditaria. Dieta: algunos estudios sugieren que una dieta alta en grasas animales o carne puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. Por el contrario, consumir una dieta rica en frutas y verduras puede estar asociado con un menor riesgo de desarrollar esta enfermedad. Es posible reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata incorporando hábitos saludables como por ejemplo: Seguir una dieta saludable con muchas frutas y verduras: comer una variedad de frutas, verduras, y cereales integrales. Las frutas y los vegetales contienen muchas vitaminas y nutrientes que pueden contribuir a mejorar la salud. Hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana. El ejercicio mejora el estado de salud en general, ayuda a mantener un peso saludable y mejora el estado de ánimo. Tratamiento En etapas iniciales del cáncer de próstata, se pueden considerar diferentes modalidades de tratamiento localizado, como la radioterapia externa, la braquiterapia (implantación de semillas radiactivas en la próstata) y la prostatectomía radical (cirugía). Estos tratamientos, aunque igualmente efectivos, difieren en sus efectos secundarios, como la disfunción eréctil y la incontinencia urinaria. Para los tumores de bajo riesgo, se puede optar por una estrategia de vigilancia activa, que incluye seguimiento regular del paciente mediante pruebas como el PSA y biopsias, interviniendo solo en caso de progresión de la enfermedad, con el objetivo de evitar complicaciones innecesarias sin comprometer la curación. En casos de enfermedad avanzada o recurrente, con metástasis en órganos distantes, la terapia hormonal es la opción principal. Esto puede incluir medicamentos inyectables o por vía oral, así como la castración quirúrgica. Cuando el tumor deja de responder a la terapia hormonal, se consideran opciones como la quimioterapia intravenosa y nuevas terapias hormonales orales, como la Abiraterona y la Enzalutamida. “Como en la mayoría de las enfermedades es fundamental saber que la prevención y el diagnóstico precoz pueden salvar vidas. En este caso, es recomendable que la población masculina, mayor de 40 años de edad, acuda a efectuarse controles médicos preventivos y regulares de la Próstata”, finaliza la Directora Médica Nacional de OSPEDYC.