19 (Adolfo R. Gorosito, 2017) – “Cannibal Hominem” significa “Hombre que come carne de otro ser de la misma especie”. Según reciente información un grupo de científicos constató que en territorio que actualmente pertenece a Bélgica vivió el Hombre de Neandertal, De acuerdo a la conformación de mandíbula y dentadura de los restos hallados y estudiados aquel lejano antecesor nuestro se alimentaba de carne de algunos animales de su tiempo… ¡y también de sus congéneres! Fue el ser superior de su tiempo, defensor o depredador de la naturaleza, según las circunstancias. Pero el Hombre de Neandertal no supo limitar su instinto de dominio. Necesitó mostrarse como dueño y señor de aquel lejano capítulo histórico y cayó en la antropofagia. El Hombre devoró al Hombre. Después de tantos estudios y comprobaciones los investigadores informan que aquello ocurrió hace aproximadamente 40.000 años, y puede asombrarnos. Pero la historia moderna demuestra que el Homo intenta ratificar su primacía con decisión atroz, como lo vemos a la luz de los hechos. Dos guerras mundiales con la secuela de muertes y sacrificio de millones, anuncios de nuevas armas nucleares de incalculable poder destructivo, modernas “guerras frías” con amenazas y demostraciones dramáticas, asesinatos en masa, alardes de odio e intransigencia por parte de fanáticos irreductibles, asesinos a sueldo, agresores de género, sicópatas irredentos, que ratifican lo del “Hombre contra el Hombre” en una sucesión irrefrenable. En muchos lugares del planeta Tierra se aplican mil maneras de Antropofagia en procura del predominio brutal y sin sentido. Otras actitudes individuales o asociadas también son nefastas y altamente agresivas, prolongando la triste secuela de recelos y resabiados rencores. En contraposición, nuestra especie debe sentirse orgullosa de las metas logradas en los planos del conocimiento, superando las consecuencias de retrógrados instintos.
