39 (Adolfo R. Gorosito, diciembre 2019 / enero 2020) – Desde 1992 cada 19 de noviembre se celebra el “Día Internacional del Hombre”, en Argentina y en otros 48 países, La fecha está sustentada en seis pilares que buscan resaltar los aspectos positivos del género en la sociedad. Aunque sin gran repercusión al comienzo la fecha se popularizó a partir de 1999, cuando Ingeborg Breines, directora del Programa Mujeres y Cultura de Paz de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas arar la Educación, la Ciencia y la Cultura) consideró a la propuesta “excelente idea tendiente a proporcionar equilibrio entre géneros”. Los seis pilares que sustentan la propuesta: “(1) Promover los modelos masculinos positivos; (2) Celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad; (3) Centrarse en la salud y el bienestar; (4) Poner en relieve la discriminación contra los hombres; (5) Mejorar las relaciones de género y promover la igualdad entre hombres y mujeres; (6) Crear un mundo mejor, con mayor seguridad”. Pilares ideales. Su trasfondo moral y ético debe ser común en el accionar individual, sin atribuir responsabilidad exclusiva de uno u otro género. Por ejemplo: “Contribuciones positivas de los hombres a la sociedad”, “Centrarse en la salud y bienestar”, “Promover la igualdad entre hombres y mujeres”, “Crear un mundo mejor con mayor seguridad”. En este clima ideal son insuficientes las palabras de reconvención, teniendo en cuenta la cruel realidad que crean los macabros ejemplos de inconducta e inmoralidad. Se necesitan medidas correctivas que no tengan tanto margen legal para su defensa los violadores, los asesinos seriales, los narcotraficantes, promotores de desesperación y muerte.