39 El viento acaricia pero no azota. Es una maƱana de sol y caminar por la costa miramarense es una delicia invernal porque el mar, lejos de la sudestada de dĆas anteriores, parece calmo y mĆ”s turquesa. No hay de esa espuma que se vuela y cruza la Ruta 2, que es la que nos trae desde Mar del Plata, a 50 kilĆ³metros. Mirar el horizonte es casi una actividad perfecta. Uno se enfrasca en sus pensamientos y respira hondo. Hay muchas razones hoy para respirar hondo y continuar. Entre pensamientos, una sorpresa. El lomo de una ballena asoma negro y redondeado. Entonces descubrimos que no es necesario viajar mĆ”s al sur del continente para hacer avistajes. Las ballenas llegaron hace unos aƱos a Miramar para quedarse. Poco a poco, investigando, uno aprende que los meses ideales para verlas son de julio a octubre, cuando inician su ruta de trĆ”nsito obligado en el proceso migratorio y el lugar perfecto para observarlas de cerca es la zona de ingreso al Vivero Municipal. La FundaciĆ³n Cethus viene desarrollando desde 2013 un programa de investigaciĆ³n cientĆfica en las costas de Miramar, el cual da cuenta del comportamiento de ballenas y cetĆ”ceos, especialmente la ballena Franca Austral, cuya presencia, ha dado lugar incluso a capacitaciones y talleres de sensibilizaciĆ³n, promoviendo el avistaje responsable.Lo cierto es que la poblaciĆ³n de ballenas francas australes aumenta cada aƱo AdemĆ”s de la clĆ”sica Ć”rea de reproducciĆ³n en PenĆnsula ValdĆ©s, es cada vez mĆ”s frecuente observarlas desde playas comoĀ Miramar, Mar del Plata, Necochea, Pinamar y otros municipios costeros sobre el AtlĆ”ntico. SegĆŗn los especialistas, en Miramar, se trata de la especie Ā Eubalaena australis, que llega en invierno y se queda hasta bien entrada la primavera. La FundaciĆ³n Ā Cethus realizaĀ relevamientos en forma permanente para conocerĀ el uso del hĆ”bitat y Ā comprender mejor su biologĆa y ecologĆa con el fin de generar estrategias de conservaciĆ³n efectivas. De hecho, el relevamiento con fotografĆas y drones permite su individualizaciĆ³n y seguimiento a lo largo de los aƱos y Ć”reas geogrĆ”ficas mediante la utilizaciĆ³n de tĆ©cnicas no invasivas.Ā Los expertos enseƱan a que las observaciones se deben realizar siempre desde la costaĀ y, en caso de estar embarcados, no hay que acercarse a los animales ni molestarlos. āNo hay que olvidarse que, mĆ”s allĆ” que la ballena Franca Austral sea un animal tranquilo que muchas veces se acerca a las embarcaciones por curiosidad, no deja de ser silvestre, pesa alrededor de 40 toneladas y se encuentra en su medioā, explican desde la FundaciĆ³n. āDe no manejarse correctamente y con precauciĆ³n podrĆa ser riesgoso tanto para las ballenas como para las personas que se acerquen a ellasā, agregaron. La Ballena Franca Austral Las hembras adultas de la Ā especie Eubalaena australis, tambiĆ©n conocida como Ballena Franca Austral, pueden alcanzar los 17 metros de longitud mĆ”xima y son mĆ”s grandes que los machos, que llegan a los 15 metros de largo con un peso mĆ”ximo de unas 40 toneladas. Son cetĆ”ceos misticetos, lo que significa que son ballenas que filtran el alimento con centenares de barbas de queratina (de hasta 2,5 m de largo) suspendidas de la mandĆbula superior. Ellas se alimentan de crustĆ”ceos pequeƱos, principalmente krill y copĆ©podos, pudiendo ingerir hasta 2 toneladas por dĆa en la Ć©poca estival. Las hembras paren por primera vez cuando llegan a los 9 aƱos y tienen una crĆa cada 3 aƱos, con un aƱo de gestaciĆ³n, un aƱo de amamantamiento y uno de recuperaciĆ³n antes de una nueva preƱez. Al nacer, las crĆas miden 4 metros y pesan una tonelada y a los 3 meses alcanzan unos 8 metros y pesan entre 7 y 8 toneladas. El perĆodo de lactancia dura un aƱo aproximadamente, Ā en las primeras semanas de vida pueden aumentar hasta 150 kg por dĆa. El Corredor Azul por el cual las ballenas cruzan de una punta a otra el continente, de sur a norte, en su ruta migratoria es otra de las maravillas de la naturaleza. La posibilidad de verlas retozar, alimentarse, exhalar aire por su orificio superior y escuchar ese ruido tan caracterĆstico es un placer para quienes amamos la naturaleza. Y Miramar es un lugar perfecto para sentarse en la costa, prepararse un mate y tener la cĆ”mara fotogrĆ”fica lista para disparar. Una foto que seguramente revolucionarĆ” tus redes sociales. Pero tambiĆ©n tu imaginaciĆ³n.