23 (Adolfo R. Gorosito, noviembre 2024) – Es saludable la actitud reflexiva. Por lo general, creemos que reflexionar es alguna forma de perder el tiempo. Creo que es saludable no solamente en el plano de la intimidad, sino que repercute en lo físico, de tal manera que esa actitud intimista puede reflejarse en nuestros actos y en el trato con otras personas. ¿De qué estamos hablando? ¿Acaso se me ha ocurrido jugar con principios filosóficos aunque sea lego en la materia? ¡De ninguna manera! Pero he comprobado que pensar intensamente en lo que ocurre a nuestro alrededor, en relación directa con nuestras actividades, permite confirmar que la base del conocimiento es la experiencia. Pensar en lo que ocurre a nuestro alrededor o más allá no es eventual capricho, sino un sendero conducente a ese hábito saludable. Los problemas que acosan a diario nos impiden aprovechar el tiempo necesario para leer en nuestro interior procurando un saldo saludable. Hasta creemos, en general, que los momentos de reflexión pueden interpretarse como inútil vacío vital. Al contrario, la reflexión es un ejercicio mental y emocional que ayuda a dilucidar problemas, y hasta nos puede mostrar el camino hacia la superación personal.