101 La automedicación es un mal que los doctores y científicos tratan de crear conciencia cada día. Pueden darse con casi cualquier tipo de medicamento, aunque los más frecuentes son la automedicación con antibióticos, como la amoxicilina, o los más típicos como la prometazina, usada para las reacciones alérgicas, como la rinitis, conjuntivitis o reacciones de la piel, causadas por alergias al polen, moho, polvo, plantas, entre muchas otras. Pero hay una automedicación mucho más peligrosa y adictiva que los medicamentos anteriormente mencionados: los opioides, que han generado una enorme crisis. ¿Qué son los opioides? Los opioides son un tipo de droga que incluyen a un amplio grupo, pasando por la heroína (ilegal), los opioides sintéticos como el fentanilo y drogas legales, como la oxicodona, la hidrocodona (conocido comercialmente como Vicodin), la morfina, la codeína, entre otros. Actúan sobre el sistema nervioso central, usado como analgésico para aliviar dolores, pero también aumentan la sensación de placer. Debido al placer que provocan, son muy adictivos y, tomado en dosis altas, pueden disminuir la frecuencia respiratoria y cardíaca, provocando la muerte. ¿De qué se trata la crisis de opioides? Cuando hablamos de crisis de opioides, hablamos del aumento de muertes y personas adictas relacionadas al consumo problemático de opioides. Todo comenzó con la oxicodona: su versión comercial OxyContin fue publicitada como un analgésico inofensivo. Antes de eso, los opioides eran solo recetados para pacientes con enfermedades terminales y críticos, pero luego, en Estados Unidos, se comenzó a recetarlos por dolores más leves y cotidianos. Estados Unidos tiene un gran problema de consumo problemático de opioides: en 2015, ésta fue la razón de que la esperanza de vida promedio disminuyera por primera vez desde la Primera Guerra Mundial. Según los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), entre 1999 y 2019 murieron más de 500.000 personas por una sobredosis causada por opioides. Esta cifra se traduce al 70% del total de muertes por drogadicción. Un informe de The Lancet, preparado por la comisión Stanford-Lancet, ha arrojado datos muy alarmantes. En su informe de crisis de opioides en América del Norte, se ha dado a conocer que durante la pandemia de COVID-19 las muertes a causa de éste abuso han aumentado muchísimo en Estados Unidos y Canadá. Además, se adelanta y expone que en los próximos siete años 1,2 millones más de personas morirán por la adicción a este tipo de drogas. ¿Qué países son los más afectados por la crisis de opioides? Ya hemos mencionado a Estados Unidos y Canadá, pero no son los únicos afectados. La prescripción de opioides ha aumentado 15 veces en Australia, en Inglaterra se duplicó, en Finlandia fue multiplicado por 7 y en Brasil aumentó en un 465%. Para frenar esta epidemia, los expertos piden que se tenga mucha más conciencia al recetarlos, considerando los beneficios y los riesgos, y que se invierta tanto en educación sanitaria infantil como en investigaciones para dar con analgésicos no adictivos.