3 En la política local, la historia a menudo gira en ciclos, y los nombres que alguna vez dejaron su huella vuelven a resonar en nuevas generaciones. Tal es el caso de Guillermina García Martínez, quien asume hoy como concejala en Adolfo Gonzales Chaves, siguiendo los pasos de su abuelo, Rodolfo García, quien ocupó el mismo rol en la década del ’60. Concejales ad honorem: Un compromiso con la comunidad Durante el gobierno del presidente Arturo Illia (1963-1966), los concejales de Adolfo Gonzales Chaves ejercían su labor sin percibir sueldo, bajo el principio de servicio público desinteresado. Entre ellos se encontraban Rodolfo García, Recari, el Dr. Torchiari y Ochogabia (UCR) entre otros, quienes llevaban adelante las sesiones del Concejo Deliberante en horario nocturno, compatibilizando su función con sus trabajos y responsabilidades diarias. Este modelo de gestión reflejaba un profundo compromiso con la comunidad y un sentido de deber cívico. Sin embargo, con el paso del tiempo, el esquema ad honorem fue reemplazado por una retribución económica, permitiendo que personas de distintos sectores sociales pudieran acceder a la función pública sin depender de su estabilidad económica personal. Un legado que continúa Hoy, con la asunción de Guillermina García Martínez, la historia vuelve a enlazar generaciones. El apellido García regresa al Concejo Deliberante, esta vez en una nueva etapa de la democracia local, marcada por nuevos desafíos y responsabilidades. Si bien los tiempos han cambiado, el espíritu de servicio público y vocación por el bien común permanece intacto. La historia se repite, pero con nuevas voces y perspectivas, reafirmando que la política local sigue siendo el pilar fundamental del desarrollo de Adolfo Gonzales Chaves.