28 (Adolfo R. Gorosito) – La ley 1032 sancionada por la Legislatura porteña en 2003, estableció el 14 de junio como “Día del Barrendero”. Es en homenaje al sacerdote salesiano Kieber Mauricio Silva Iribarnegui, nacido en Uruguay en 1925, fallecido en Buenos Aires en 1980 a consecuencias de torturas aplicadas por las fuerzas represoras de aquel momento de nuestra trágica historia, por ser considerado subversivo en su condición de integrante de la denominada Fraternidad del Evangelio, dedicada a socorrer a los más desamparados. Pertenecía a la Fraternidad del Evangelio, Recordamos, de paso, que se registraron otros episodios similares, de los que fueron víctimas los sacerdotes “tercermundistas” Al padre Silva lo habían secuestrado el 14 de junio de 1977 mientras barría en la calle Segurola al 1000, y fue trasladado en uno de los famosos y siniestros Ford Falcon rumbo a Campo de Mayo. En septiembre de 1980 fue arrojado malherido desde un automóvil al pavimento de otra calle porteña, y murió en un hospital, pese a los cuidados profesionales que se le brindaron. Recientemente he leído estos versos: – “Como el mulato de Porres / el padre Silva, oriental, / el primero barrió en Lima / y el otro en la Capital. / Ambos cuidando al Cristo / en el hermano empobrecido / ya lo ve, está visto, / uno santificado, otro desaparecido”. Surgió así la necesidad de conocer el origen de esta coincidencia, y aquí lo sintetizamos: Martín de Porres nació en 1579 en Lima (Perú), falleció a los 60 años. Era sacerdote de la Orden de los Padres Dominicos, el primer mulato latinoamericano en ser ordenado, conocido por el apodo “Santo de la escoba”, y representado con una escoba en la mano como símbolo de su humildad. Fue canonizado por SS. Juan XXIII en 1962. Así están vinculados en la historia y la leyenda el “Padre Silva, barrendero”(honrado en Buenos Aires) y el “Santo de la Escoba” (venerado en Lima).
