25 (Adolfo R. Gorosito, octubre 2024) – “Aunque reconozco como católico que no cumplo fielmente con los preceptos de la Iglesia. Me interesan los temas que conciernen a dicha institución religiosa, cuya conducción está a cargo de Su Santidad Francisco I, primer Papa jesuita y compatriota, Por eso estoy desconcertado ante amenazas claras y rotundas de parte de miembros del clatro convertidos en enemigos que actúan desde las sombras” – Así me confiaba un amigo, y compartí su actitud de alerta. Desde hace algunas semanas arrecian los ataques directos contra el Sumo Pontífice, de parte de otros representantes del clero católico mundial, inclusive desde el ámbito cardenalicio. Parece que esta rebelión se originó a partir de una expresión del Papa en su reciente viaje por países lejanos desde Roma: “Todas la religiones conducen a Dios”. Lo han calificado de apóstata, hereje y blasfemo, entre otros epíetos. Las mismas fuentes afirman que el único camino hacia la Verdad está en el mensaje de Cristo.. Tal vez no reconocen la intención unificadora del Papa Francisco, quien seguramente considera que todos los seres humanos son hijos de Dios, y es fundamental la autenticidad en la fe, aunque sea camino paralelo.. No sería raro que quienes reaccionan de tal manera y aprovechan un supuesto yerro del Papa Francisco, sean los mismos que desde el seno de la Iglesia se oponen a revisiones y sanciones, porque están incursos en desviaciones morales o en maniobras codiciosas.