31 (Adolfo R. Gorosito, 2018) – En el ámbito del conocimiento profundo se explica que Torkem Saraydarián (Oriundo de Asia Menor) es admirada referencia en el estudio de la esencia humana, y el resultado se suma a su cultivada espiritualidad. Así contó una experiencia personal: – “Siendo yo niño mi padre me llevó a una cueva que se extendía bajo tierra cerca de una milla. Blandía una gran antorcha y yo le seguía con cuidado, al tiempo que escuchaba los ecos de nuestras palabras. Me mostró una roca con forma de lengua que se proyectaba desde una capa horizontal. También me mostró en lo alto otra roca que parecía un dedo, de la que caían gotas rítmicamente. Y me dijo: Viste la gota que cae del techo, pero… ¿sabes de dónde venía? – Advertí que las gotas estaban cayendo sobre la gruesa roca y la atravesaban. Era curioso porque la roca era muy gruesa. Busqué otra posición para ver qué sucedía. Comprobé que tenía una perforación de una pulgada de diámetro y que las gotas atravesaban directamente un orificio que parecía un tubo y caían en el piso. – ¿Sabes cómo ocurrió? No. // ¡Piensa! // Creo que las gotas percutieron la roca durante siglos y la perforaron. – ¡Sí! Deseaba que vieras este hecho y recuerdes que un pensamiento concentrado en cualquier dirección si es continuo puede hacer cosas que parecen imposibles. Cuando salimos de la cueva, mi padre me miró y dijo: – El poder del pensamiento y el secreto de cómo pensar, son las llaves para todas las cerraduras. No lo olvides. Lo más débil es una gota, pero puede perforar una roca. // Entonces saltó sobre su caballo y me alzo frente a él. Estábamos atravesando las altas montañas hacia la sinfonía del ocaso”.
