62 (Adolfo R. Gorosito, 2021) – MAYO tiene especial significado, más en la actualidad, pues ya se ha cumplido un año de restricciones y confinamiento, de contagios y lamentables muertes debido a la pandemia provocada por el aún desconocido y asesino Corona Virus. No se trata de un determinado mes o año, sino de una Era en la evolución humana, con formas y conductas que aún siguen bajo la lupa profesional de los investigadores. Es lógico que así sea, porque de tal manera podríamos conjeturar cuál fue el motivo del lejano resbalón histórico y de las circunstancias actuales. Pretendía referirme a Mayo, que siempre nos invita a repasar páginas de historia para procurar detalles de aquel acontecimiento del 25 de Mayo de 1810, cuando destacados patriotas de la época decidieron dar el grito inicial de LIBERTAD ante los rigores del trono de España, abriendo paso a la INDEPENDENCIA que habría de llegar seis años después. Nada puede ser igual, incluyendo las motivaciones de efemérides las más trascendentes que nos identifican en el mundo, porque el drama epidemiológico que estamos compartiendo nos pone frente a una realidad incontrastable. ¡Tengamos fe! El ser humano participa del culto que corresponde al credo según su raza, condición de vida en pleno ejercicio de su idiosincrasia y albedrío. Cualquiera sea su identificación religiosa, seguramente encontrará la razón de vida en el Ser Supremo de sus preferencias para pedirle el entendimiento necesario, a fin de recorrer esta dura etapa con fe y deseos renovados en cuanto a salud y optimismo.