58 El jueves 26 de enero Elsa Pouton se levantó contenta de cumplir 39 años. Había planeado un festejo original: celebrar con una decena de amigos en el Instituto Provincial de Hemoterapia. Se levantaron temprano, se encontraron en la esquina platense de 15 y 66 y entraron a donar sangre y plaquetas. Mientras lo hacían, conectados a las máquinas, cantaron el feliz cumpleaños y recibieron regalos de los promotores de la donación. Elsa es mamá de Agustín, profesora de karate, entrenadora de deportes de combate y una fanática de la donación de sangre: “Me encanta pensar que con mi donación puedo ayudar hasta 5 personas enfermas, y que para muchos una donación puede significar la diferencia entre la vida y la muerte”. No solo es solidaria sino también convincente: el jueves nadie faltó a la cita. En el grupo había varios de sus alumnos de karate ju jitsu y otros profesores que se sumaron a su celebración. “Yo vengo cinco veces por año como mínimo” cuenta orgullosa, y asegura que los médicos, bioquímicos y promotores del Instituto, que depende del ministerio de Salud provincial, la atienden “como a una reina”. El equipo de Hemoterapia no se cansa de contar que ella es EL ejemplo de “hacer el bien sin mirar a quién”, y publicaron todas sus fotos en la fanpage del Instituto, que se encuentra en Facebook como “Sangre circulando”. La ministra de Salud provincial, Zulma Ortiz, elogió la actitud de Elsa y sus amigos, convocó a imitar su voluntad de ayudar. Explicó que “en una cirugía compleja como un trasplante o ante un traumatismo grave, también en caso de enfermedades oncohematológicas como la leucemia, entre otras situaciones, se necesita sangre, un elemento vital que, pese a los enormes avances que se registran en la medicina moderna, aun no tiene reemplazo artificial”. Para conseguirla es indispensable la voluntad de las personas. Y Elsa Pouton lo sabe desde chica: la primera vez que donó tenía 18 años y su hijo, que ahora tiene 19, dona desde los 16 con su autorización. “Lo hago porque me hace bien, porque no quiero ser egoísta y porque a cualquiera le puede hacer falta. Si alguna vez me pasa a mí o a mis seres queridos me gustaría que la sangre no sea un problema, que siempre haya”, comenta convencida y dice que se propone que otros “se contagien” de su actitud. Desde su primera donación, hace más de 20 años, comenzó a estudiar el tema: supo que no hacía falta ir en ayunas, que sí o sí debía pesar más de 50 kilos, que podía salvar más de una vida y que podía donar solo plaquetas, uno de los componentes de la sangre que resulta fundamental para la coagulación. La original celebración comenzó a gestarse a principios del mes pasado, cuando Elsa le propuso a su grupo donar sangre, a modo de gesto solidario de fin de año. Y así lo hicieron: el 30 de diciembre fueron todos al Instituto de Hemoterapia. Cuando terminaron de donar, se sentaron en el comedor a tomar un desayuno. Con sus ojos pícaros e inquietos, Elsita miró a sus amigos. Los vio sonrientes y reconoció en cada uno la expresión satisfecha de quien ha hecho lo correcto. Entonces, aprovechó el “envión” y redobló la apuesta: “Ahora quiero pedirles algo más: para mi cumple, el 26 de enero, volvamos todos juntos, es el mejor regalo que pueden hacerme”. REQUISITOS PARA DONAR SANGRE 1- Pesar más de 50 kilos 2- No es necesario guardar ayuno, se puede consumir jugos, frutas o infusiones sin leche ni grasas 3- Tener entre 18 y 65 años 4- Sentirse en buen estado de salud